El o la adolescente, al igual que una niña o niño siempre dice la verdad, éste será un escrutador implacable de los principios lógicos de proposicionalidad y de sentencias lógicas, así como de la congruencia entre el decir y el hacer, entre el pensar y el actuar; y, revisionista del lenguaje y del conocimiento.
Luchador implacable de la confrontación teórica y argumentativa; y de toda forma de poder institucionalizada o no, legítima o legal.
Así mismo, pondrá en duda todo aquello que le denote insubstancialidad argumentativa de la autoridad.
Aceptar lo contrario, implica, que será el primero en refutar y evidenciar dicha incongruencia y esto también será una manifestación natural.